Este refrán tan conocido y frecuentemente usado tiene un origen totalmente casual y nacido de una extraña confusión. La palabra "ceca" proviene del término árabe "sikkah", y se utilizaba para hacer referencia a las casas de la moneda. Los musulmanes tenían repartidas varias cecas por gran parte de España, una de las más importantes de aquella época estaba situada en Córdoba.
Algunos estudiosos afirman que el término nació para referirse a que todo el dinero acababa en manos del poder religioso, aunque esta resolución no resulta convincente tanto por el significado de la acepción como por los datos con los que se cuenta. Se atribuye su origen a una equivocación en el uso de la palabra árabe. Dado que en esta ciudad también existía su maravillosa mezquita, empezó a utilizarse por equivocación y de manera incorrecta el término "ceca" para hacer referencia a dicho edificio, y no a la casa de moneda. La expresión "andar de la ceca a La Meca" comenzó a utilizarse para hacer referencia a las numerosas peregrinaciones que se hacían tanto a la supuesta "ceca", es decir, a la mezquita de Córdoba, como a La Meca, convirtiéndose en una expresión cuyo significado hace referencia a andar siempre de aquí para allá, de un lado a otro, sin un propósito determinado, vagueando o con demasiadas dudas.
¡Hasta la próxima!